Abogando a favor de la economía solidaria en Asia

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Una de las economías de triple balance es lo que se llama «Economía Solidaria.»
Los promotores del tema de Economía Solidaria están convencidos de que apoyar la dignidad de los seres humanos y mantener el equilibrio ecológico de nuestro planeta deberían ser el primer fin del progreso socioeconómico y este fin no puede lograrse si los individuos en la sociedad persigue sus ganancias económicas de forma egoísta, lo que lleva a la marginalización de los más débiles (los pobres y aquellos sin empleo ni capital), a la exclusión social y a la degradación ambiental.

Los individuos deben aprender a ayudar recíproca y colectivamente para crear un mundo mejor y más bello si queremos vivirlo. Es posible diseñar un mercado alternativo para sus productos y servicios que apoyen los fines de triple balance, o sea una sociedad progresiva, un medio ambiente saludable y prácticas sostenibles de emprendimiento.
El enfoque de la Economía Solidaria es empresa social, una organización dirigida por su misión con fines triples. Desde aquí, una cantidad de empresas sociales pueden trabajar juntos para generar una cadena productiva que enlacen sus varios productos y servicios en un modelo macroeconómico, en una relación con el sector exterior que incluye gobiernos, corporaciones privadas, sociedad civil y otros sectores de la comunidad.
La extensión de este modelo produce un sistema enorme que incorpora varias cadenas productivas en una empresa global cohesiva, bulliciosa y sostenible. Un ejemplo de esto puede ser un grupo de azucareros que acumulan sus recursos para formar una cooperativa en el interior de Negros, Filipinas y operar en una plantación abandonada de azúcar. Con la ayuda de la comunidad, la iglesia y el gobierno, han podido lograr varias faenas de plantar cañas de azúcar orgánicas, cosechar manualmente, extraer el jugo de caña, calentarla y espesarla… Y secarla al sol y verterla para producir azúcar no procesado y húmedo de Muscovado que retiene todos los minerales naturales. Estas actividades ofrecen empleos a aquellos agricultores y trabajadores desplazados.
Se forma una cadena productiva cuando esta cooperativa se vincula con grupos locales e internacionales de marketing. Los consumidores europeos pueden comprar el azúcar de Muscovado y pagar parcialmente en maquinaria ligera, embalaje y/o instrumentos de fabricación con el fin de mejorar la calidad de Muscovado a los estándares internacionales. Así los campesinos y los azucareros en el interior de Negros estarán vinculados a los trabajadores de marketing, de tecnología y maquinaria de Europa en una relación económica recíproca. Es obvio que sus comunidades pueden erradicar pobreza sin mendicidad, apoyando la dignidad humana sin dejar de aumentar la productividad de lo que solían ser plantaciones abandonadas.
La misión de una empresa social puede variarse – puede ser para ayudar la erradicación de pobreza y/u otras exclusiones sociales. Puede tratar de inquietudes ambientales por investigar fuentes alternativas de energía. Puede ser el desarrollo espiritual o un interés social como el cuidado a los ancianos.
Existe una gran diferencia entre empresas sociales y organizaciones de caridad. Mientras que las organizaciones de caridad y ONGs están dependientes de donaciones para mantener sus operaciones, las empresas sociales usan un modelo de negocio para movilizar recursos y utilizarlos para trabajos con valores añadidos. Deberíamos también señalar que un gran número de organizaciones de caridad y ONGs se han transformado en empresas sociales. Muy a menudo, el decrecimiento de donaciones ha obligado que estas organizaciones de caridad y ONGs adoptasen este acercamiento de negocio para ser viables.
Las empresas sociales pueden buscar beneficios para sostener su misión social. Por otro lado, las empresas capitalistas buscan el lucro económico para sostener el interés de sus accionistas. A pesar de esta motivación, muchos empresarios sociales no pueden colaborar con otros empresarios sociales con el fin de desarrollar sus cadenas productivas y algunos de ellos están contentos con su relación con la economía capitalista predominante. Un ejemplo de una empresa social que ha sido capturada por la economía de lucro es la cooperativa de crédito. En los países desarrollados, las cooperativas de créditos han fracasado en crear y sostener empresas sociales aún entre sus propios clientes.
Los promotores de la Economía Solidaria tienen que enfrentar el desafío de generar relaciones empresariales y cooperativas para empresarios sociales. Hay que motivar a los empresarios sociales para generar negocios mutuamente y aprender de la experiencia de cada uno.
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Esta es «SA GANANG AMIN» por Benjamin R. Quiñones del Instituto por Estudios de Iglesia y Cultura de Asia, con el fin de aportarle visiones y opiniones como respuesta a los desafíos de nuestra época.
——– Benjamin R. Quiñones, Jr es un Fellow (compañero) del Instituto por Estudios de Iglesia y Cultura de Asia (Institute for Studies in Asian Church and Culture, ISACC) y es uno de los impulsores del Foro Asiático para Economía Solidaria (Asian Forum for Solidarity Economy). Es el presidente de la Coalición de Pequeñas y Medianas Empresas Socialmente Responsables (Coalition of Socially Responsible Small & Medium Enterprises in Asia, Inc., CSRSME Asia). Página web: http://aa4se.com/2011/03/
Traducido por: Miguel Yasuyuki Hirota