«Los consumidores deben saber cómo leer la factura de la luz para poder tener una defensa»

Álex López (Zarautz, 1973), uno de los fundadores y actualmente voluntario de Goiener, explica en esta entrevista los objetivos de la cooperativa vasca que, entre otras cosas, pasa por cambiar el modelo energético. También ilustra, con una factura en mano y todo tipo de detalles y ejemplos, cómo se puede reducir el consumo eléctrico tanto […]

18 mayo 2015

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Álex López (Zarautz, 1973), uno de los fundadores y actualmente voluntario de Goiener, explica en esta entrevista los objetivos de la cooperativa vasca que, entre otras cosas, pasa por cambiar el modelo energético.

También ilustra, con una factura en mano y todo tipo de detalles y ejemplos, cómo se puede reducir el consumo eléctrico tanto de las empresas como de los particulares.

El zarauztarra Álex López forma parte del grupo de 32 personas que fundó la cooperativa Goiener en 2012 con el objetivo de impulsar el cambio de modelo energético, fomentar la utilización de energía 100% renovable y hacer entender a la gente que hay que intentar reducir el consumo. Actualmente Goiener cuenta con 3.000 socios.

Cuénteme, ¿qué es Goiener?

Goiener es una cooperativa que en la actualidad cuenta con 3.000 socios y maneja unos 3.000 contratos, entre los que se encuentran agentes de todo tipo: partidos políticos, sindicatos, ayuntamientos, empresas, ikastolas, particulares y hasta alguna que otra parroquia.

¿Qué objetivos persiguen?

Queremos impulsar desde abajo el cambio de modelo energético y que el margen comercial de la factura se quede en Euskal Herria. Para hacernos una idea, con 3.000 contratos estamos moviendo 200.000 euros al mes, y eso que somos muy pequeños. También queremos trabajar con la banca ética porque el proyecto también tiene un aspecto social, y hacer entender a la gente que tenemos que reducir el consumo. Esto puede parecer una contradicción porque cuanto menos se consuma menos vamos a cobrar, pero somos una cooperativa sin ánimo de lucro y el objetivo es decidir en la asamblea en qué vamos a utilizar el margen comercial.

¿Y en qué se va a utilizar?

De momento estamos utilizando ese dinero para reforzar la estructura, y para ello hemos creado puestos de trabajo. En la actualidad somos unos 70 voluntarios en Euskal Herria. En 2012 invertimos 5.000 o 6.000 horas para constituir la cooperativa y en 2013 ofrecimos más de cien conferencias y el número de horas ascendió hasta las 20.000. Todas estas horas también son capital. La gente mete horas gratis, ofrece su tiempo para sacar adelante la cooperativa. No obstante, entendemos que ese esfuerzo tiene que ser puntual y por eso estamos trabajando para liberar a la gente y crear puestos de trabajo.

¿Cuántos puestos de trabajo han creado hasta el momento?

A finales del año pasado había cuatro personas trabajando. En 2015 se han aceptado otros cinco puestos y entrarán a trabajar las próximas semanas o meses. Nuestra filosofía de trabajo se asemeja bastante a la de la cooperativa Ner Group de Koldo Saratxaga. Ellos se centran en la empresa, pero nosotros debemos combinar los voluntarios con los trabajadores, por lo que ya hemos creado Goiener Elkartea para que los voluntarios tengan una protección jurídica.

¿Qué servicios ofrece Goiener?

Somos un comercializador, compramos electricidad en el mercado y se lo vendemos a nuestros clientes. Trabajamos desde un contrato de vivienda hasta el de una empresa, y nuestros precios están en la zona media del mercado. Nuestro signo de identidad es la confianza, que es lo que le falta a la gente. Entre otras cosas, queremos explicarles cómo leer la factura para que tengan una defensa.

A muchas empresas también les hacemos un ajuste en sus facturas. Nos estamos dando cuenta de que en el 80% de los casos, las empresas pequeñas ahorran con nosotros. A los particulares les ha solido pasar, sobre todo a los ancianos, que el comercial ha ido a sus casas, les ha ofrecido un descuento del 20% y lo han aceptado. Sin embargo, aplican el descuento pero no dicen sobre qué precio. Si yo te hago un descuento del 10% sobre una tarifa que es un 20% más cara, al final estás pagando un 10% más. Además, igual te instalan una potencia que no necesitas y no te das cuenta.

¿Estas circunstancias pueden considerarse fraudes?

No. Las empresas grandes lo que hacen es contratarte, pero ¿cómo puedes después probar que te han engañado o que te han explicado todos los términos?

Mediante un contrato, ¿por ejemplo?

Muchas veces firmas el contrato y no lo lees, y es posible que te hayan subido la tarifa. Juegan con nuestro desconocimiento. Nos hemos encontrado con auténticas salvajadas. Por ejemplo, una persona que vivía sola y ponía muy poco la calefacción, pagaba 200 euros cada dos meses. Le habían subido la tarifa y nadie se lo había comunicado. Si hubiese una mínima ética en las empresas, se podría evitar o mejorar la situación de las personas en graves situaciones.

Y ante esto, ¿cómo podemos reducir la factura eléctrica?

Lo primero que hay que hacer es mirar si estamos en el mercado libre [la propia empresa establece el precio de la electricidad] o en el mercado regulado [el Estado es quien establece el precio]. Esta factura [en la imagen] es del mercado regulado.

Después, si estás en el mercado regulado, tienes contratado menos de 3 kW, todos los miembros de la familia están en paro, eres jubilado, tienes una pensión mínima o tienes alguna minusvalía, tienes la opción de pedir el Bono Social, que te hace un descuento del 25%. En familias numerosas también se puede solicitar, aunque en algunos casos las están rechazando.

El siguiente paso es mirar qué potencia se tiene contratada. En la factura que tenemos delante marca 6,9 kW, que normalmente es muy alta. La potencia media en Euskal Herria es de 4,6 kW. Si se tiene contratado más de 4,4 kW y nunca te ha saltado el ICP (Interruptor de Control de Potencia), seguramente quiere decir que la potencia contratada es mayor a la necesaria, pero hay opción de bajar un escalón.

Con cada cambio de salto se ahorra 60 euros al año, pero solo se puede cambiar una vez cada doce meses. Si bien bajar la potencia es barato, aumentar cada kW cuesta unos 40 euros, y se tiene que tener actualizado el boletín, que es el documento que muestra cuánta potencia puede soportar la instalación.

También existen los amperímetros, que se colocan en los cables donde pasa la corriente y miden cuánta potencia se está utilizando en cada momento. Con esto se puede concretar aún más la potencia.

¿Cuál sería el siguiente paso?

Habría que mirar si tenemos algún otro descuento además del Bono Social. En caso de tenerlo, puede ser sospechoso. Normalmente los descuentos los hacen sobre el término de potencia, pero lo hacen en porcentajes, por lo que puede parecer que el descuento es mayor al que en realidad es.

¿Algún otro aspecto más?

En las tarifas, hay que mirar en los puntos “Peaje acceso potencia” y “Comercialización”. Antes solo existía una tarifa, pero después de la última reforma eléctrica, ese precio lo desglosaron en dos partes. Por un lado, te indican cuánto te están cobrando por el peaje de acceso y, por otro, cuánto te cobran los comercializadores, aunque en las webs las empresas ponen el precio unido, sin desglosar, por lo que puede generar aún más lío. Además, el Gobierno ha dicho que en 2015 va a mantener los peajes, pero si los cambia, los términos de arriba también cambiarán. En ese caso, hay que analizar bien la factura porque te puede llevar a engaño el hecho de ver otra cifra distinta a la de la factura anterior.

Hasta ahora me ha indicado cinco pasos. ¿Hay alguno otro más a tener en cuenta?

Sí. El único servicio que hay que pagar es el “Alquiler de equipos”, que es el contador. Cualquier otro servicio que aparezca es un extra que mete la comercializadora porque para ellos es legal y es un ingreso más.

Además, hay que mirar el “Peaje de acceso”. Si la referencia que aparece es 2.0A, quiere decir que la energía cuesta lo mismo las 24 horas del día. Si la referencia es 2.0DHA, significa que si consumes energía dentro de un horario, la electricidad es mucho más barata que fuera de ese horario. Es la denominada «discriminación horaria», cuyos horarios actualmente son el barato de 22.00 a 12.00 en invierno y de 23.00 a 13.00 en verano, y el caro en el resto de horas. Si logras meter el 30% de tu consumo en el horario barato, te compensa contratar esta tarifa.

Sin embargo, cambiar de tarifa para ahorrar no suele ser sencillo porque a las empresas no les interesa, ya que ganarían menos dinero. Si se pide el cambio por teléfono, lo que hacen es intentar colarte otros servicios, o no te hacen el cambio. Lo tienen montado para poner todas las dificultades posibles.

¿Qué me puede explicar acerca de las tarifas por hora?

Es una tarificación que debía haberse puesto en marcha el pasado mes de abril y que afectaría a 17 millones de consumidores que tienen contrato en la referencia regulada. El precio de la energía cambia cada hora. Se supone que con este nuevo sistema, según en qué hora se consume, el precio de la electricidad será distinto y al final se sumará para saber lo que se debe pagar. Ahora dicen que se pondrá en marcha en agosto, pero en muchas viviendas aún no se han instalado contadores inteligentes y muchos de los que están instalados aún no envían los datos a la central. Pero al final se pondrá en marcha y la gente no se enterará.

¿Algún aviso más a los consumidores para evitar engaños?

No tienen que firmar nada y no deben mostrar el DNI ni la factura a los comerciales que llamen a la puerta de su casa. En caso de mostrarla, deben ocultar los datos críticos, como el CUPS, el punto de suministro. Si yo cogiese esta referencia, además de la copia del DNI y una firma, te podría cambiar la tarifa o meterte algún servicio extra.

El año pasado detectamos una técnica que están utilizando los comerciales, que son subcontratados por las empresas. Llaman a casa diciendo que están revisando las facturas porque en esa zona se han hecho mal las facturaciones. Al mostrar la factura, toman los datos importantes y te hacen firmar para que quede constancia de que han pasado por tu casa. A partir de ahí, te meten lo que quieran: cambiar la tarifa, más servicios… Estos comerciales, que en muchos casos son jóvenes, van a comisión, y ganan mucho dinero. Lo que ocurre es que en muchos casos solo empiezan a cobrar comisión a partir del cuarto contrato firmado, por lo que te puedes imaginar cómo andan… Hay que tener mucho cuidado.

Imanol Carrillo. NAIZ.


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