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La ley del embudo

M. en A. José Luis Gutiérrez Lozano* La efímera vida de la iniciativa de ley conocida como SOPA (Stop Online Piracy Act, Ley para detener la piratería en línea) ante el Congreso de los Estados Unidos, fue suficiente para evidenciar el poder de la sociedad civil. Demostró sin quererlo, que sí es posible que la […]

24 enero 2012
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M. en A. José Luis Gutiérrez Lozano*

La efímera vida de la iniciativa de ley conocida como SOPA (Stop Online Piracy Act, Ley para detener la piratería en línea) ante el Congreso de los Estados Unidos, fue suficiente para evidenciar el poder de la sociedad civil. Demostró sin quererlo, que sí es posible que la inteligencia colectiva, con una acción concertada y concatenada, puede contener aquellos intereses particulares que se contraponen al interés colectivo. Cierto que el caso tiene muchas aristas y claroscuros. Es cierto que escudados en la libertad se gestan también agentes que abusan en beneficio propio de ésta. Pero no por detener estos abusos aislados, la parte virtualizada o informatizada la sociedad pensante de nuestro planeta va a aceptar leyes que coarten su derecho a acceder libremente al conocimiento. La acción anónima de boicot, reproducida viralmente en la red contra las compañías que impulsaron la ley restrictiva, tuvo un efecto contundente e inmediato, provocando, al menos por ahora, el retiro de la iniciativa.

El caso viene muy a modo y de manera oportuna para ilustrar que sí es posible revertir con decisión y coordinación colectiva la actual crisis global. Recordemos que, apropiándose de derechos colectivos se gestaron los monopolios que dominan hoy en día el sistema socioeconómico preponderante. Durante varios decenios -por no haber contado con un medio de comunicación tan rápido y accesible a todos- la humanidad desinformada fue cediendo de manera creciente su soberanía y libertad ante los intereses privados de unos cuantos. La ley del embudo se aplicó y continúa aplicándose en todo y para todos los bienes y servicios, concretos y abstractos que ocupamos en nuestra vida cotidiana.

El sistema socioeconómico preponderante ha obligado a todos a pasar por el embudo de su propio subsistema monetario que es monopolizado por los bancos. Nos ha restringido o condicionado el derecho de poseer las cosas que antes eran libres o de dominio público. La privatización de los bienes públicos, generando ganancias para unos cuantos y socializando las pérdidas, ha sido la tónica del capitalismo salvaje que atenta contra la humanidad. Incluso, permitiendo el derecho exclusivo de propiedad y patentes sobre seres vivos, espacios y fuentes de recursos, se condiciona mediante su venta a quienes los requieran, su derecho a sobrevivir. Somos filtrados, tamizados, según tenemos dinero, para comer, vestir, acceder a fuentes de energía, acceder al derecho a la salud, la vivienda y vida digna. Si no tienes dinero bancario, el sistema socioeconómico te excluye, te margina. Si acaso ingenias maneras alternativas para satisfacer necesidades mediante intercambios, te ignora o te criminaliza. Es la voluntad de la minoría imponiéndose sobre la mayoría.

Llama la atención y despierta la imaginación, invitando a conspirar para emanciparnos de este embudo, la nota titulada Sol, sale para todos y ‘regala’ electricidad, en http://mx.finance.yahoo.com/noticias/Sol-sale-todos-regala-yahoofinancem…. Aunque tal gratuidad sea irreal ya que el embudo omnipresente obliga a quien obtiene electricidad de la luz solar gratuita a tener contrato con la Comisión Federal de Electricidad, CFE, para venderle los excedentes, al sólo imaginarnos libres de la obligación de comprar electricidad podemos visualizar cómo sería el embudo invertido. Podemos vernos salir desde nuestra actual situación constreñida –comprimida- a la libertad de tener energía sin estar obligados a comprarla. Una visión así permite conocer que otro mundo es posible, donde no se imponga la voluntad de unos cuantos; esta visión invita a la insurrección. A revertir, de regreso hacia el mítico embudo que arriba se describe, la voluntad de la mayoría sobre esa minoría que hasta ahora ha dominado.

El tema que actualmente se ventila y se debate en las redes sociales en cuanto el futuro de Internet, resulta para este caso, ilustrativo. Se discute respecto a la libertad que debe prevalecer en Internet para que éste realmente sirva a la humanidad. El meollo del asunto es si la población internauta del mundo acepta que se privatice a favor de unos cuantos el derecho de acceder a lo que ahora es libre y público.

Para muestra está la agenda para la industria de las tecnologías de la información y la construcción de una Sociedad del Conocimiento que propone el dr. Alejandro Pisanty en su blog http://pisanty.blogspot.com/2011/12/contribucion-al-debate-sobre-agenda….. Allí se plantea que el público usuario mismo puede y debe impulsar prácticas que eviten a toda costa la  apropiación, por parte de unos cuantos, de los derechos del conocimiento que aún fluyen libremente por la red.

Resulta interesante proyectar, a partir de estas propuestas, la enorme transformación en la vida humana que se generaría si aplicásemos los principios que allí se expresan para el manejo del Internet, a los principios económicos imperantes.

Se expresan conceptos muy claros de lo que debe construirse para el Internet; lo que debió hacer la humanidad para evitar la concentración de poder y riqueza que hoy nos sojuzga. Ideas como fomentar la horizontalidad, la descentralización, el principio de subsidiaridad; que se requiere liberar desde la sociedad tanto o más que desde la autoridad y desde los negocios establecidos. Que se abra espacio para todos sin exclusión, sin dividir a la población en consumidores y empleados: todos, primero, ciudadanos y personas.

La acción colectiva, coordinada y concatenada bajo un seudónimo identificable –Anonymous- contra la iniciativa de Ley SOPA marcó un hito. Tal vez ese sea el modelo a seguir en forma de acciones de ciudadanos libres para reconstruir un mundo en paz.

* Presidente de Fundación Ahora A.C., asociación que promueve la Economía Solidaria en la región centro-occidente de México con más de una década de trabajo.

Twitter: @josgutie

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