Políticas Públicas

Hacia una triple solución habitacional: accesibilidad, cuidados y sostenibilidad

Un texto de Rubén Méndez Cebrián (secretaría técnica del grupo de Vivienda Cooperativa en Cesión de Uso en REAS Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria)

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

Foto: El Tinglado

De las entrañas de una crisis social sistémica, que surge con la vivienda como eje detonante, emergen los brotes de un nuevo modelo habitacional. Una opción innovadora que está echando raíces para establecer las bases de una solución con múltiples beneficios sociales y medioambientales. Propuestas que se originan desde la responsabilidad de la sociedad civil organizada dentro del marco cooperativista. El objetivo es diseñar viviendas que atiendan las necesidades reales de las personas y la sociedad en su conjunto, con visión de sostenibilidad a largo plazo. Están claramente diferenciadas de las políticas milagro, de ideas efectistas de corto plazo o de productos mercantiles en búsqueda del beneficio económico.

La crisis estructural que vivimos viene generada por múltiples factores que se van intensificando, generando tensiones cada día más difíciles de sostener. Lo que deriva en la emergencia de movimientos y situaciones que vienen para llamar nuestra atención y conciencia: estamos asumiendo prácticas que están deteriorando nuestra salud y dañando gravemente los ecosistemas que nos acogen.

Vivimos en la cultura de la vivienda como bien de inversión y rentabilidad económica, en un creciente aislamiento y pérdida de vida comunitaria. Bajo la promesa de la independencia y queriendo resguardarnos de los conflictos. Estimulamos el espíritu de lucha y competición, subestimando el potencial del encuentro y la colaboración. Buscamos la satisfacción y la distracción en el consumo, perdiendo la felicidad de cada instante. Apostamos por la movilidad de recursos redundantes y acumulativos, claramente ineficaces. Generamos un impacto enorme en un planeta que nos está poniendo sus límites cada vez con mayor claridad y contundencia.

Ponemos la producción en el centro y retiramos la vida real de nuestro presente. Apartamos de la vida cotidiana las personas no productivas. Reducimos el tiempo de convivencia, el intercambio y la transmisión intergeneracional. Hemos olvidado lo que tiene verdadero valor y cuál es el objetivo de la vida.

La vivienda es el eje que articula la vida de las personas, la base de su bienestar y desarrollo. La que marca sus relaciones y su potencial para aportar en beneficio de la comunidad. Juntarnos nos hace más resilientes, genera una red de apoyo mútuo y desarrolla nuestras capacidades. Supone un empoderamiento colectivo que multiplica la aportación social y reduce las desigualdades. Incorpora mayores garantías de atención de la diversidad de necesidades sociales, con una mayor eficiencia de recursos por estar diseñadas desde dentro.

Existe un fenómeno que lleva décadas de desarrollo bajo las denominaciones de cohousing, covivienda o vivienda colaborativa. En nuestro entorno con la vivienda cooperativa en cesión de uso sin ánimo de lucro coge forma jurídica de tenencia colectiva, democrática, participativa y transparente. Equipamientos habitacionales al servicio de la sociedad. Proyectos que con apoyo público posibilitan la accesibilidad económica para todos los sectores sociales.

Estamos ante un cambio cultural de concepción, diseño y configuración del hábitat humano. Un cambio tan urgente como necesario si queremos reducir la brecha entre la capacidad económica de la mayoría de la población y el coste de acceso a la vivienda y la atención de los cuidados en todas las etapas de la vida. Pequeños y mayores necesitan y merecen recuperar su espacio de autonomía y poder, restablecer vínculos, recibir y aportar en comunidad.

Las primeras iniciativas de vivienda cooperativa en cesión de uso nacen de una apuesta por crear formas de habitar más económicas, sostenibles y saludables. Con un gran esfuerzo de tiempo, energía y economía hemos iniciado una transición en el cambio cultural de modelos de tenencia de propiedad y alquiler hacia el derecho de uso. Un concepto que podríamos calificar de alquiler cooperativo. Es una forma de garantizar el disfrute de una vivienda de calidad, más accesible y estable a largo plazo. El auge del modelo, sin embargo, vendrá de la pura necesidad vital.

Podemos transitar este cambio dando pasos, descubriendo la oportunidad de mejora que nos ofrece. La vivienda cooperativa, con visión integral y aplicando todos los principios cooperativos, ha llegado para ayudarnos y facilitarnos una vida mejor. En el camino encontraremos un trabajo personal y colectivo de aprendizaje, empoderamiento y transformación. Encontraremos dificultades, pero la satisfacción del proceso es intensa y el resultado gozoso. El movimiento está en marcha.

Aquí podemos disfrutar de un trabajo de gran valor para indagar e inspirarnos en estas propuestas que nos traen un futuro ilusionante para la vivienda basado en un pequeño presente.


Este texto encabeza como prólogo el libro «Construir la utopía» del Col·lectiu d’Arquitectes El Tinglado. Su proyecto «Las formas de habitar de la vivienda cooperativa» ha elaborado un documental y catálogo para dar a conocer la vivienda cooperativa y su capacidad transformadora: Puedes colaborar con él en goteo.org.

Artículos Relacionados

----