El presidente de REAS dice que hay el doble de gente trabajando en cooperativas que las que hay trabajando para transnacional

El presidente de REAS, Carlos Askunze, ha visitado Palma para participar en la Semana de las economías transformadoras. El ARA Baleares ha recogido opiniones, experiencias y pensamientos sobre la economía social.

¿Cuál es el punto de partida para promover una economía social?

Partimos de la idea de que vivimos en un sistema capitalista que es injusto, antidemocrático y violento y no genera la felicidad de los que parece que se benefician. Pero sobre todo partimos del porque como manera de organizar la economía y el mundo. Está claro que el capitalismo no cuida la vida. Nosotros incorporamos las aportaciones del feminismo y del ecologismo.

Desde cuando funciona?

La economía social y solidaria podría remontarse a los inicios del capitalismo moderno.

¿Cuáles son los últimos cambios?

La principal novedad es la generación de proyectos que actúan en sectores estratégicos. En los últimos años han nacido finanzas éticas y cooperativas de energía renovables. También en alimentación, que en principio eran grupos de consumo, se ha desarrollado el concepto del supermercado cooperativo. Las personas no son sólo como consumidoras, sino que apoyan con su trabajo.

El crecimiento puede llegar a ser peligroso?

La economía social siempre ha tenido este problema. Como cualquier iniciativa transformadora, existe el riesgo de caer en incoherencias en la medida de crecimiento demasiado rápido o que ponen en el punto de mira los beneficios, aunque sea para repartirlos. El tema es que cuando hay tanta gente, los espacios de participación son más complicados.

¿Cuál es el estado de salud del cooperativismo a escala planetaria?

Si hablamos de economía social, el cooperativismo en el mundo es una fuerza de primer grado. Hay millones de cooperativas que emplean a más del doble de personas que lo que dan las transnacionales. En las cooperativas trabajan 400 millones de personas. Tienen mucho peso en la economía global, pero las transnacionales son las que con determinados gobiernos marcan las directrices. Sin embargo, en realidad, la economía se sostiene desde abajo, al tiempo que el cooperativismo no deja de crecer.

¿Cuáles son las cifras en España?

Hace 10 o 15 años se agrupaban unas 250 empresas a REAS (la red de entidades alternativas y solidarias) en toda España. Ahora mismo en catorce redes territoriales agrupamiento más de 800 empresas que participan de estos principios, que emplean a 18.000 o 19.000 personas y que involucran más de 30.0000 socios y colaboradores. Con relación a las energías Unión renovables, que es la red de cooperativas de comercialización y consumo, hay dieciséis cooperativas, que agrupan más de 100.000 personas.

¿Cuál es la relación con la administración?

Con el cooperativismo mundo reconoce que es una manera buena de hacer economía, incluso los poderes públicos, porque es más resiliente en momentos de crisis, no despide gente. Todo el mundo piensa que contribuye a la cohesión social, al bienestar local, pero después los políticos obedecen a las grandes multinacionales para que amenazan con deslocalizar las empresas a otros territorios. Desde mi punto de vista, las políticas de fomento de la economía social deberían ser mucho más potentes y no lo son. Por otra parte, en los espacios de negociación clave, hay patronal y sindicatos, pero la economía social debería estar presente porque no somos ni lo uno ni lo otro.

Fuente: Arabalears