Para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 es necesario trabajar por un cambio social, político y económico que ponga la vida de las personas en el centro. Las prácticas de la Economía Social y Solidaria llevan décadas respondiendo a esta necesidad. Desde AERESS destacamos tres buenas prácticas de tres entidades de la red, con resultados positivos que contribuyen a la solución de problemas en su entorno y apoyan la inclusión social.

La trayectoria de las entidades que trabajan bajo criterios sociales y ambientales, está totalmente alineada con los 17 objetivos de desarrollo sostenible. En las entidades de AERESS, esto está presente tanto en su actividad como en sus criterios de funcionamiento y en su vocación de trabajar al servicio del bien común.

Las entidades de la red impulsan la transformación social a través de la gestión sostenible de residuos. Sus valores sociales son el pilar para realizar las actividades de recogida, transporte y tratamiento de residuos. Priorizando siempre la preparación para la reutilización y su posterior venta de 2º mano. Esta actividad económica les permite impulsar la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión.

En el marco de nuestro proyecto enlacESS, con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, hemos realizado numerosas visitas a nuestras entidades con el fin de identificar,  conocer de cerca, analizar y difundir sus buenas prácticas de economía social y solidaria.  Hemos recogido en un video  tres  buenas prácticas de tres entidades en tres territorios diferentes. Y sobre los tres flujos principales que gestionan las entidades de AERESS; textil, voluminosos y RAEE.  Son experiencias  que se han implementado con resultados positivos,  que contribuyen a la solución de problemas en su entorno y apoyan la inclusión social.

Andromines, en Barcelona, impulsa  la reparación y el reciclaje de los dispositivos electrónicos para reducir el impacto ambiental y fomentar la economía circular. Ofrecen una solución eficaz y sostenible para la reparación y reutilización de dispositivos electrónicos. Con su marca REPARADIS ofrecen un servicio técnico de reparación de ordenadores, móviles y tabletas.

El Taller de Ecodiseño de Emaús Fundación Social, en Donosti, diseña y confecciona productos de upcycling;  bolsos, cartera o mochilas confeccionadas a partir de materiales en desuso, como banderolas publicitarias, materiales industriales considerados residuos.  Los productos de esta marca son únicos e irrepetibles. Y son elaborados bajo un proceso sostenible y artesanal en su taller, donde genera empleo para mujeres en riesgo de exclusión social.

La Fundació Deixalles, en Mallorca, ofrece a la ciudadanía un espacio de autoreparación que cuenta con las herramientas y materiales necesarios para poder reparar y dejar listos para su reutilización dichos productos. También cuenta con  talleres de upcycling específicos de muebles. Estos espacios ofrecen formación y a la vez sensibilización hacia la ciudadanía.

La actividad de las entidades recuperadoras de la economía social y solidaria impactan de forma directa en el desarrollo sostenible, impulsando la transformación social  del entorno y apoyando a las personas más vulnerables. Los ODS de la Agenda 2030 son la guía para sus actuaciones y  retos presentes y futuros.