Consumo Responsable

Alternativas de consumo responsable para transformar la economía

La crisis, la merma de recursos de muchas familias y la búsqueda de nuevas fórmulas para adquirir servicios y bienes, han situado en primera plana a los movimientos de la economía alternativa y solidaria, que llevan ya dos décadas de andadura. De hecho, la Red de Redes Economía Solidaria agrupa 322 organizaciones y congrega a […]

21 Decembro 2013

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La crisis, la merma de recursos de muchas familias y la búsqueda de nuevas fórmulas para adquirir servicios y bienes, han situado en primera plana a los movimientos de la economía alternativa y solidaria, que llevan ya dos décadas de andadura. De hecho, la Red de Redes Economía Solidaria agrupa 322 organizaciones y congrega a 19.047 personas, una de ellas Carlos Rey, que ayer habló en Miranda de Ebro sobre las posibilidades de consumo responsable que tenemos a nuestro alcance.

-En la actual sociedad de consumo, ¿cuál diríamos que es el responsable?

-El que es coherente con nuestros valores, con el tipo de sociedad que queremos: democrática, justa y solidaria, y sus relaciones económicas. Si compramos un producto que nos lo financia el trabajo esclavo de mucha gente, no estamos pidiendo en nuestro consumo las mismas relaciones laborales que quisiéramos para nosotros. Tenemos que intentar ver el valor y precio de las cosas. Si compramos ‘Made in China’, al final nuestros jóvenes tendrán que emigrar. Si no compramos lo más cercano, no habrá trabajo en nuestro entorno.

-La crisis nos lleva a pensar en esos que se tienen que ir porque no encuentran trabajo o en comprar lo más barato posible.

-Debemos darnos cuenta de que lo barato sale muy caro. En las grandes superficies la distribución está concentrada en pocas manos que traen las cosas de miles de kilómetros de distancia, algo que no tiene mucho sentido si queremos desarrollar nuestro entorno. Pero cada vez existen más alternativas de gente que está apostando por producir y consumir en circuitos cortos

-En una sociedad en la que el consumo forma parte del ocio, ¿cómo se vuelve a ese modelo?

-No es fácil, pero cada vez hay más experiencias. Yo formo parte de Landare una Asociación de Consumidores Ecológicos que agrupa a 1.800 familias que estamos consumiendo con esos criterios. En todo el Estado habrá más de 300 grupos de consumo con esta filosofía. En el tema energético se ha creado una cooperativa, Som Energía, en la que ya estamos más de 11.000 personas que en vez de comprar a las grandes eléctricas compramos la luz a esa entidad que genera energía renovable. También las hay de seguros o banca. Hay alternativas concretas, que funcionan y están generando un espacio de economía solidaria.

-Solidaria, pero ¿más cara?

-No tiene por qué. Yo compro alimentos a productores locales y la cesta de la compra me sale parecido o más barata que yendo a una gran superficie a por productos envasados. Y, por supuesto, más barata, medioambientalmente y en impacto social.

-Llamativo estos días resulta el caso de la luz. Si se confirmara la subida del 11% que se apunta para enero, ¿qué puede hacer la sociedad?

-Las cooperativas de energía renovable son una buena respuesta. Este es un formato que funciona mucho en Europa. En Alemania, por ejemplo, las hay con 100.000 socios. Aquí se empezó hace 3 años con 150 personas en Gerona y ahora estamos 19 grupos locales en todo el estado con más de 11.300. La gente está muy cabreada con las grandes eléctricas porque están poniendo el precio que les da la gana y no dejan que hagamos un autoconsumo.

-Los ciudadanos, ¿podemos hacer mucho más de lo que hacemos?

-Evidentemente. Si en nuestra compra diaria nos comportáramos como cuando protestamos o nos manifestamos, cambiarían muchas cosas.

-Igual nos falta información para conocer otras formas de consumo

-Yo estoy gestionando una página que se llama www.economiasolidaria.org en la que hace 3 años entraban 100 personas y ahora más de 3.500. Por algo será, la gente está mirando hacia otro lado, buscando alternativas. Cada vez son más los que viven en situación dramática, de paro de desahucio, de pocos recursos y hay que indagar en otras formas de poder trabajar y hacerlo colectivamente. Debemos ser capaces de juntarnos y compartir alternativas de este tipo de cosas.

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