El trueque en el Cauca (Colombia)

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El trueque en el Cauca: ¿es un sistema alternativo frente a las políticas de globalización? Hacia una mirada desde lo político –económico
Sobre el surgimiento y la práctica del Trueque
El trueque es una práctica que se ha venido llevando a cabo a diario, entre vecinos, amigos, y se ha recuperado en algunas zonas, luego de épocas de recesión económica, dándole una valoración de aporte a la seguridad alimentaria, que anteriormente se había perdido. (Teóricamente he encontrado aportes acerca de las formas no económicas ajustadas al dedillo con esta experiencia) sobre el tema añado: las comunidades indígenas desde épocas remontadas a sus orígenes ancestrales instauraron como practica los intercambios, en gran medida ligados a relaciones de parentesco extendidas a lo largo de la geografía de sus territorios con lo cual garantizaban el autoconsumo familiar, pero además la consolidación de lasos familiares y la reproducción continua de su identidad, trasmitida en cada trayecto del viaje, donde el adulto se acompañaba de uno o dos de sus hijos. El trueque, anteriormente no era conocido con ese nombre, se hablaba de intercambiar (están muy claros con esto), con lo cual la única institución presente era la simetría, cuyo acto no esperaba ser devuelto en las mismas cantidades, tiempos y cualidades que se había llevado como don o regalo.
En el departamento del Cauca, y específicamente en las comunidades indígenas que habitan el departamento, según afirman los lideres o comuneros de la zona centro, como Aldemar Bolaños y Eider Zambrano, las prácticas del trueque a nivel regional, empezaron a realizarse en octubre de 2003, en el municipio de Alto del Rey, pueblo Kokonuko, con la participación de 120 personas integrados por la guardia indígena de 7 resguardos del pueblo Kokonuco y el apoyo del grupo de huerteros de Paletará, como una respuesta política y cultural en la defensa y construcción de escenarios de resistencia local ante las políticas de globalización y precarización de las condiciones de vida de la población rural, posteriormente continuó alternándose distintos encuentros zonales en esta comunidad. Esta experiencia se multiplico como tal en las comunidades indígenas de oriente y la zona sur, en los pueblos Ambalueños, guambianos, Nasa, y Yanaconas, para quienes esta práctica surge en momentos distintos y con significados particulares.
Según los Kokonuko, “…Estos trueques han surgido como una posición de resistencia frente a las políticas de globalización que permiten el intercambio de bienes con producción orgánica, en el marco de una autonomía y seguridad alimentaria para los resguardos que participan, ya que se garantizan mejores y variados productos, insertos en un proceso alternativo de desarrollo que incluye una posición de rechazo al conflicto armado y al desplazamiento que puede generarse en ausencia de alternativas productivas, sociales y políticas”4. Adicionalmente, el trueque en esta época busca rescatar los significados del pasado, construyéndose alrededor de la cultura, con ello el mercado, el intercambio y los cálculos, son revalorados y reemplazados en su centralidad con acciones de liderazgo local, enmarcado dentro de expresiones culturales y discursos políticos, se presentan como una actividad sociocultural que construye tejido social entre las comunidades participantes, debido a que la mayoría de estas comunidades participan en trueques para conocer otros lugares y otras personas, diferentes de las del resguardo en el cual viven. La resistencia y la encuentros, quienes ratifican en sus lideres el compromiso en la construcción de un proyecto de vida ajustado a sus condiciones geográficas, sociales y culturales, a fin de trasmitir a las nuevas y futuras generaciones posibilidades de permanecer como indígenas dentro de una sociedad avasalladoramente homogénea. En esta medida, se construyen distintos ejes temáticos de acción, como son la educación, la agricultura, la economía y la cultura con enfoques propios y discutidos al interior de los comuneros, de cuyos ámbitos parten experiencias y modos de vivir complejos.
Para los Yanacona, el trueque se presenta como una práctica cotidiana, en la cual se intercambian productos de las huertas, con vecinos, amigos y familiares. Por el auge de la amapola en la década de los noventas, y debido a la abundancia de dinero, esta práctica se perdió, pues los hábitos de consumo cambiaron, la comunidad prefirió comprar los alimentos, a cultivarlos. También, porque las huertas caseras que había se estaban acabando, por ser sustituidas por cultivos de amapola. La comunidad yanacona priorizó el conseguir dinero, a tener los cultivos en la huerta, y como la amapola era mejor pagada que los mismos cultivos agropecuarios de la huerta, la comunidad acabó con las huertas. Luego del auge amapolero, de numerosas muertes, de fragmentaciones del tejido social al interior de las comunidades del Pueblo Yanacona, se tomaron determinaciones radicales. Algunas de ellas fueron prohibir el consumo de bebidas alcohólicas, recuperar las huertas caseras, los trueques volvieron a realizarse para resolver el tema alimentario y para fortalecer los lazos de unión entre familiares y amigos, que se habían resquebrajado por la violencia anteriormente vivida, producto de los cultivos de uso ilícito y todo lo que ello trajo.
Para los indígenas de la zona oriente, el trueque se realiza para recuperar semillas tradicionales en la zona y para reivindicar políticamente a la comunidad de oriente del Cauca, con la siembra e intercambio de productos agropecuarios en las fincas recuperadas.
Las comunidades indígenas Yanacona, Kokonuko y de Oriente del Cauca, tienen una organización de trabajo, basada en la cooperación e inclusión de los miembros de los resguardos para la planificación de cada evento que se lleva a cabo.
Existe otro tipo de connotación del término interés, que es el actuar desinteresadamente, hecho totalmente opuesto a la lógica utilitaria que estructura el espacio social del mercado. Este tipo de conductas de formas de vida social y no mercantil, se establecen sobre comportamientos orientados a buscar el bienestar colectivo, con acciones individuales, que son típicas dentro de las comunidades indígenas tales como “dar – recibir – devolver”.
Las motivaciones que se promueven dentro del entorno colectivo, giran a través de los distintos patrones culturales que propugnan por la unión de los resguardos de los pueblos Kokonuco, Yanacona, y los de oriente, el fortalecimiento y rescate de sus prácticas ancestrales y culturales, en pos de generar un bienestar para los individuos que lo componen, antes que buscar la generación de un excedente monetario, con una actividad netamente tradicional.
Algunos autores coinciden en que el trueque emerge, no sólo dentro de las comunidades indígenas, ino en el mundo entero, como un proyecto que significa otra modernidad, en la cual se procura respetar y favorecer las diferencias sociales, políticas, étnicas y culturales. Siempre y cuando, se compartan la grandeza humana y la riqueza cultural que se genera en las diferentes escalas sociales.
El trueque lo consideran como un tipo de globalización, que no pretende nivelar, ni igualar gustos, valores ni formas de vida, sino que invita a ajustarse a una convivencia intercultural que promociona las actividades particulares y las colectivas. Pero, para el caso del trueque en el Cauca, aparte de ser una propuesta alternativa, estas dinámicas de intercambio han demostrado ser viables en lo local. Por esto, en ocasiones se les tilda también de ser complementarias para lograr la seguridad y soberanía alimentarias, por ser un aporte más a las estrategias para la superación de la pobreza, por ser un componente adicional a una sociedad rural inmersa y aún dependiente de las economías de mercado.
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Autoras: Olga Lucia Cadena y Milena Muñoz
Fuente: RILESS