Oigo que hay una reestructuración de cajas y bancos. Siempre para asegurar sus fondos y en definitiva, sus beneficios.

[GERARDO VILLAR – LARIOJA.COM] Pero no oigo hablar de la ética de sus fines. El dinero que depositamos en esas entidades, ¿a qué se destina, con qué negocia? ¿Puedo estar seguro de que todos los fines son éticos: de ayuda y servicio a la humanidad o puede ocurrir que parte de ese dinero que yo coloco vaya a fines contrarios a la humanidad: armamento, plaguicidas, negocios de explotación.? No quiero llegar a pensar que es mejor meter el poco dinero que tengamos debajo de la baldosa que llevarlo a una entidad de ahorro. Es que hay algunos motivos que me impulsan a ello.

1.- Leo con suma paciencia tres folios en letra pequeña que nos ha mandado una caja de ahorros. Son seis páginas con un lenguaje técnico nada popular. ¿Pero no se puede explicar más sencillamente las cosas? Por que ¿no surgieron las cajas como servicio comunitario popular?

2.- En la entidad me descuentan 18 euros por meter y sacar dinero. ¿No es suficiente con lo que gana con mis ahorros?

3.- Y luego, ¿quién me representa en la junta directiva donde se decide a qué fin se va a dedicar ese dinero mío? ¿Tengo alguna seguridad de que mis ahorros van a un fin ético?

Quien me conoce, ya sabe que mis ahorros son muy pequeños. Pero me dan ganas de retirarlos. Igual se quedan en quiebra cajas y Bancos.

Prefiero dedicarlos a una economía solidaria o a una banca ética. Es mucho más económico y no juegan con lo mío. Y además voy a ayudar a que el dinero vaya para compartir con quienes lo necesitan. Mejor que meterlo bajo las baldosas.