Productos como leche de soya, chalecos, adornos, etc., elaboran varias microempresas de Playas

Alrededor de 100 familias de pescadores artesanales de Playas (Ecuador), provincia del Guayas, emprenden en negocios que solventan las economías familiares. Pero quienes comandan la tarea son mujeres. Anteriormente, las esposas de los pescadores solo se dedicaban a cuidar a sus hijos y atender a sus esposos cuando llegaban al hogar. Pero ahora se desenvuelven en otra actividad para desarrollar sus habilidades y ayudar económicamente a su familia.

La situación cambió desde junio pasado, cuando la Subsecretaría de Recursos Pesqueros (SRP) creó en Playas el programa de microempresas comunitarias para capacitar y dotar de implementos a las emprendedoras. Este proyecto se inició en el perfil costero en diciembre de 2007 y hasta la fecha se han preparado más de 2.500 mujeres.

El proyecto de las empresas comunitarias se desarrolla a nivel costero, con el fin de que las esposas e hijos de los pescadores artesanales complementen la labor del jefe del hogar, teniendo otras actividades alternas que les permitan no solo mejorar sus ingresos sino, además, crear nuevas plazas de trabajo.

Las emprendedoras se dedican a procesar soya, yogur, preparar platos típicos del lugar con pescado y cangrejo, confeccionar chalecos salvavidas, bisutería, agroturismo, etc.

Rita Reyes, emprendedora de Playas, no oculta su emoción luego de presentar en la primera Expoferia de Microempresarias Villamil Playas, los chalecos salvavidas que elabora junto con 19 mujeres del sector.

Los chalecos los comercializan en el cantón y, además, entregan su producto en Manta, provincia de Manabí. Sus principales compradores son los pescadores artesanales del cantón manabita. Desde junio de este año, fecha en que empezaron a confeccionarlos, han vendido más de doscientos chalecos a un costo de 20 dólares cada uno.

Sus ingresos mejoraron notablemente -señaló Reyes- sobre todo en la actualidad, que tienen varios pedidos de empresas turísticas.

“Solo la voluntad y el sacrificio de las personas nos pueden sacar de la pobreza, no tenemos que esperar la caridad de nadie. Nosotras podemos salir adelante, ayudar a nuestras familias y vivir dignamente”, indicó.

Otra microempresa que en 3 meses aumentó sus ingresos es Delicias de Soya, empresa que se dedica a elaborar leche, carne, queso, mayonesa, entre otros productos.

Maritza Villón, coordinadora de la microempresa, mencionó que la leche de soya es su carta de presentación. Cuenta que, al principio, pensaron que sus productos no tendrían mucha salida al mercado, por lo cual muchas mujeres se separaron. Sin embargo, ella junto con 10 compañeras siguieron con el proyecto y ahora tienen una mejor situación económica.

“Estábamos acostumbradas solo a realizar las tareas del hogar. Pero nosotras persistimos, aunque estuvimos a punto de dar un paso atrás. Reflexionamos y nos comprometimos a seguir con el proyecto”, dijo Villón.

La Expoferia que se realizó en Playas tuvo invitadas especiales, las microempresarias de Manos, apoyadas por la cooperativa de ahorro y crédito Detodas, que llevaron sus productos a comercializar en el cantón.

Bisutería, almohadas, alfombras, entre otras artesanías, llevaron las emprendedoras desde Guayaquil. En el evento, Manos compartió sus experiencias con las esposas de los pescadores, les dieron pautas de cómo pueden mejorar sus ingresos y ahorrar. La microempresa guayaquileña lleva más de 10 años elaborando artesanías.

Según Gladys Cedeño, directora nacional de pesca artesanal de la SRP, esta ayuda se brinda para mejorar los indicadores socioeconómicos de las comunidades pesqueras, a través de la generación de proyectos productivos. Dándoles otras alternativas de ingresos al pescador artesanal.

Con ello se pretende generar una cultura empresarial a los pescadores, de tal manera que puedan optimizar los recursos que disponen.

La SRP cuenta con equipos de capacitadores en diversas áreas, no solo de elaboración de artículos sino también en cursos didácticos contables de fácil entendimiento para los asistentes. “Esto le cambió la vida a las mujeres, no solamente en lo económico. Ahora tienen otra actitud, son emprendedoras, trabajan en equipo, no se quedan con las manos atadas y luchan por mejorar día a día”, dijo Cedeño.

Enfatizó que los productos del mar son agotables y en tiempos de veda con estos proyectos los pescadores tienen otras alternativas de ingresos.

Otros proyectos que están realizando