Por Vicky Hermida Jiménez

Si utilizamos compuestos tóxicos en la fabricación de cosméticos el resultado será un producto de uso diario tóxico, con todo lo que ello conlleva: tóxicos en los trabajadores, en el medio ambiente y, obviamente, en la persona que lo consume. Ecoeko ha ido desarrollando desde su origen esta premisa que le ha llevado a posicionarse dentro de la economía solidaria y que ahora celebra su “ sí se puede “ en el Mercado de San Fernando.

Ecoeko ha ido brotando a partir de la necesidad de ser consumidor consciente: comenzamos en casa haciendo nuestras propias cremas y artículos de aseo diario, cansadas de buscar en herbolarios e internet productos cosméticos realmente naturales, sin químicos. Al llegar del trabajo dedicábamos unas horas a investigar principios activos botánicos y a estudiar otras medicinas ancestrales que siguen conectadas a estos principios.

Poco a poco las fórmulas se fueron escribiendo y cada vez eran más los amigos que las demandaban, tanto es así que esas horas nocturnas se fueron alargando y el cambio de trabajo y vocación se fue haciendo de forma natural, sin drama. Además de la producción de la cosmética entendemos que paralelamente es necesario realizar una labor de divulgación acerca de los químicos presentes en la cosmética perjudiciales para nuestra salud y también para el agua, tierra y aire, es lo que llamamos ecotupper: reuniones que comenzaron en las asambleas de las calles de Madrid y que nos han llevado ya por toda España, donde aprendemos a leer las etiquetas de los productos para elegir conscientemente.

Un año después de montar el laboratorio nos hemos mudado al centro con él, allí trabajamos Beatriz Mayoral y yo. Bea es química y es la técnico de laboratorio y gracias a sus conocimientos las fórmulas se han ido perfeccionando. Imagino que para una química tener su propio laboratorio es un sueño hecho realidad y la verdad es que lo disfruta. Por mi parte, yo sigo investigando nuevas plantas para incluir en nuestras fórmulas y tejiendo nuestra red social.

Uno de los momentos claves de esta etapa fue nuestra entrada en el Mercado Social, el MES, gracias a un buen amigo, Jorge, que estuvo colaborando en la primera edición de la Feria de Economía Solidaria que tuvo lugar en el mes de junio en el Matadero de Madrid en la que participamos. Esta red y la energía que allí se movió nos hicieron ver que no estábamos solas y que la vocación laboral cambia y puede (debe) evolucionar con la realidad que nos rodea, abogando por la ecología y la responsabilidad social.

En este comienzo de año, nuestra aventura continúa en el Mercado de San Fernando en la calle Embajadores. En una esquina que llevaba cerrada más de 10 años ecoeko reparte su botánica enfrascada , este mercado de toda la vida también está cambiando su vocación y transformándose en una lugar de encuentro de lo tradicional y lo “alternativo”, las zapatillas de paño se mezclan con los artesanos y los “hipster”, en un ambiente que nos hace pensar que todo se transforma y que es necio resistirse al cambio, hay que aprender a dejarse llevar y nadar acompañado.

Puesto 98-99 del Mercado de San Fernando, C/ Embajadores, 41
www.ecoeko.es
info@ecoeko.es