Ecologismo

Manual de Energía para Principiantes I

El blog de Unión Renovables comparte esta iniciativa de su asociada AeioLuz

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En el espacio de consumo de Unión Renovables vamos a contar con la colaboración de nuestra cooperativa socia AeioLuz.

Esta cooperativa valenciana nace en 2015 con la visión de cambiar el modelo energético y ofertan servicios que giran sobre cuatro ejes: pobreza energética, transición energética, formación y eficiencia, y por último asesoramiento en renovables.

El fin de este manual es compartir de la manera más didáctica posible cómo pagar lo mínimo por la energía que necesitamos para mantener una vida digna de ser vivida.

Vamos a conseguir reducir nuestra factura energética al máximo aprendiendo a usar la energía y contando con su protagonismo porque podrá ir haciendo cosas prácticas que le van a permitir tomar decisiones valiosas en sus usos energéticos.

CAPÍTULO 1: APRENDO

POR: SALVA MONCAYO / ACTIVISTA ENERGÉTICO / SOCIO FUNDADOR / APRENDEDOR PROFESIONAL

Queremos compartir contigo los por qué desde el principio. En este artículo vamos a trazar las líneas maestras de toda la estrategia con la intención de que tengas una visión de conjunto de todo lo que puedes hacer, pero sobre todo de que priorices las acciones que quieras tomar de acuerdo a tu situación personal. Nada va a suceder sin tu complicidad. HACER los “deberes” que vayamos planteando, te ayudará a aprender y luego a tomar tus propias decisiones.

PASO 1) APRENDO

Es importante conocer las bases del uso de la energía que hacemos como personas. Es mucho más sencillo que el cálculo de las facturas, y nos va a servir para siempre.

Tenemos que saber en qué utilizamos energía en nuestro día a día y analizar en orden de importancia cómo gestionar esos usos. Los tres principales gastos energéticos del ser humano son para la producción y gestión de alimentos (ALIMENTACIÓN), para mantener nuestros hogares en condiciones de ser habitados (HABITABILIDAD) y para movernos de un lugar a otro o transportar mercancías y enseres (MOVILIDAD O TRANSPORTE).

El mayor gasto en cantidad de energía de un hogar es el coche (existen familias con varios), pero este asunto lo trabajaremos en otro capítulo.

De momento vamos a empezar entrando a fondo en el capítulo de HABITABILIDAD, que es el que influye directamente en las facturas de la luz, del gas y de cualquier otro uso energético que podamos hacer en casa, como las bombonas de butano, la biomasa en forma de leña o de pelets, o cualquier otra fuente de energía. Las posibilidades son muchas pero hay que intentar unificar en un uso, y el más eficiente y cómodo es la electricidad. Si todas las necesidades energéticas de tu hogar son eléctricas tienes una gran ventaja de partida. Si además de la luz utilizas gas fósil (lo llaman gas natural) es importante que tengas en mente la sustitución de elementos de gas a eléctricos conforme se vayan averiando y haya que sustituirlos por nuevos. En casos excepcionales se puede valorar la transición a electricidad sin haber agotado la vida útil de los gasodomésticos que tienes actualmente.

Es importante conocer de antemano la diferencia entre los distintos actores del mercado de la luz.

Producción » Transporte » Distribución » Comercialización

Tu relación con el mercado de la energía es con la comercializadora. Es la encargada de tomar los datos de tus consumos energéticos de la distribuidora y facturártelos para luego liquidar con la distribuidora su parte, pero tu relación con la distribuidora es solamente la de mantener tu suministro sin cortes ni fallos, la parte técnica del suministro. Es por esto que puedes cambiar las veces que quieras de comercializadora sin peligro de cortes, porque la distribuidora vela por mantener el servicio independientemente de a quien pagues la factura. Atrévete entonces a cambiar si descubres que te están engañando.

1) MI SITUACIÓN

Lo que compramos en la factura de la luz es energía y la medimos en kilowatios por hora (kWh). Un kWh es la cantidad de energía que usamos de la red de suministro si conectamos un elemento de 1.000 Watios (¿una estufa por ejemplo? ¿un secador de pelo?) durante una hora. A esa cantidad de energía se le pone un precio y nos cobran en la factura (entre otras cosas) la cantidad de kWh que hemos gastado, multiplicados por ese precio que normalmente son unos céntimos de euro. Es fundamental conocer el precio unitario del kWh en nuestra factura.

Para mejorar nuestros usos energéticos lo que primero tenemos que conocer es cómo y cuánta energía utilizamos en un periodo de tiempo. Y aquí introducimos un indicador que tendrían que enseñarnos en el colegio desde niñas: el consumo de kWh al día, que nos resultará de dividir el total de kWh gastados en un año (este dato debe aparecer en la factura, pero ahora veremos otras maneras de obtenerlo) entre 365 días.

Por ejemplo, una estimación de gasto medio por hogar al año en España podría rondar los 3.650 kWh/año, que dividido por 365 días, nos resulta una media de 10 kWh/día. Naturalmente este dato de referencia nos sirve para hacerlo sencillo, pero cada uno de vosotros tendrá que calcular el propio para luego poder compararlo tras ir haciendo mejoras de eficiencia en casa.

Para conseguir mucha más información, legalmente la distribuidoras tienen la obligación de proporcionar a cada usuario sus datos de consumo de acuerdo al contador digital que cada uno tenemos en nuestro hogar. Esta información la podemos encontrar en la plataforma www.datadis.es y más en concreto en la mayoría de municipios de la Comunitat Valenciana en www.i-de.es/

Tenemos que registrarnos con los datos del titular de la factura, un correo electrónico y un teléfono móvil y una vez registrados podremos acceder desde aquí a todos los suministros que puedan estar a nombre del mismo titular. Podremos ver y analizar los datos de consumo de cada CUPS (Código Unificado del Punto de Suministro o la matrícula de nuestro contador, para entendernos, aparece siempre en la factura) asociado al titular registrado en la plataforma.

Hay varias informaciones que nos van a resultar de mucha ayuda:

  • Potencia contratada frente a la que realmente estamos utilizando.
  • kWh por periodos: podemos ver nuestro consumo por días, semanas, meses o anuales.
  • Mínimo consumo al día (para evaluar el gasto en stand-by que trabajaremos más adelante).

Todo esto es más o menos trascendente dependiendo de si somos propietarios o solamente inquilinos de hogar que habitamos. Como propietarios no hay duda, todo lo que hagamos en nuestra casa es para nosotras mismas. Como inquilinos, deberías saber que si tú asumes el coste de los suministros, tienes el derecho de gestionar su contratación. La casuística es infinita, pero no dejes de trabajar tanto la contratación como la eficiencia, para reducir al máximo tu gasto energético y por tanto tu factura de la luz… y del gas si también te toca.

2) MIS DATOS

Recopila esta información de acuerdo a tus circunstancias personales y genera la disciplina de mantener actualizados los valores. Si aprendemos a gestionar estos datos con normalidad vamos a ser capaces de hacer un uso mucho más racional y eficiente de la energía que necesitamos:

Comercializadora: el dato exacto lo debes tener en tu factura. Normalmente lo escriben en letra pequeña en la cara delantera de la factura. Es la empresa con la que contratas la energía. No tiene por qué corresponder con el logo de la factura.

Distribuidora: También es obligatorio que aparezca en la factura, pero en este caso suele estar al final, también en letras pequeñas y junto a un teléfono de contacto que nos ha de servir en caso de avería importante. Nuestra relación contractual con la distribuidora es a través de la comercializadora. Solamente tenemos que contar con ella de forma directa en caso de un problema técnico, aunque normalmente lo podemos tratar también a través de la comercializadora.

CUPS: Lo necesitaremos siempre para llevar a cabo cualquier gestión de nuestro suministro. Es la identificación de nuestro contador (tanto en luz, como en gas) y nos hará falta para hacer cualquier cambio de contratación o para cambiar de comercializadora.

Potencia contratada: Es la cantidad de energía que podemos usar a la vez. La potencia sumada de todos los aparatos que conectemos a la vez. Ajustar esta contratación al valor necesario nos ahorra un dinero nada despreciable y habitualmente la solemos contratar sobredimensionada. La medimos en kW. Fíjate que aquí dejamos de considerar el tiempo porque es potencia instantánea. Medida en un momento concreto. Desaparece la “h” de las unidades.

En el ejemplo 3 kW de acuerdo a la línea discontinua horizontal.

Máxima potencia del último año: Lo podemos ver en la plataforma de la distribuidora, aunque también nos debe aparecer en la factura después de una reciente reforma legislativa. Aprenderemos a gestionarla en el capítulo de GASTO POCO. Es un capítulo más que interesante y que da mucho juego.

kWh último año: Debe aparecer en la factura, pero podremos gestionarlo con mayor perspectiva si lo analizamos con los datos de la plataforma de la distribuidora. En cualquier caso, el total de kWh al año es un dato muy importante que nos va a permitir conocer la evolución de las medidas de eficiencia que vayamos poniendo en práctica en nuestro hogar. Hay que considerar que si lo vemos por meses, habrá meses de mayor frío o calor (si tenemos aire acondicionado en casa) que tendrán un valor por encima de la media, y meses de entretiempo con poco gasto en climatización, que tendrán un valor en kWh/día por debajo de la media anual. Todo esto aplicado en la realidad de tu casa, será lo que te va permitir evaluar el uso energético de tu familia.

Media kWh/día: calcula el dato medio de kWh/día del último año. Si eres un poco friqui como nosotros, haz ese mismo cálculo por meses y guárdalo para poder compararlo en años sucesivos. Este es el indicador que deberíamos aprender en el colegio a la vez que los kilogramos para pesar la fruta, o los kilómetros para saber las distancias hasta la casa de nuestros abuelos.

1.563 kWh / 365 días = 4,28 kWh/día en 2021.

Mínima potencia diaria: analiza las gráficas de consumo diario para ver el momento en el que menos consumo has tenido. Habitualmente es en horario nocturno. Deberíamos de ser capaces de mantener por la noche consumos por debajo de los 50 Wh (0,050 kWh verás en la plataforma). Si estás por encima de 0,1 kWh en la mayoría de horas de la noche, tienes un interesante trabajo para buscar cuáles son tus consumos fantasmas. A no ser que seas enfermo electrodependiente, ¡¡o tengas una pecera con especies tropicales!!

Siempre tienes que dedicar un tiempo a valorar tu situación personal, que será siempre distinta a la de los demás.

Apunta los datos de tu hogar en una hoja que te vayas a guardar:

Comercializadora (y su canal de contacto):

Distribuidora (y el teléfono de urgencias que aparece en la factura):

CUPS:

Potencia contratada (en el ejemplo 3 kW):

Máxima potencia del último año (en el ejemplo 3,69 kW):

kWh del último año (en el ejemplo 1.563 kWh):

Media kWh/día (en el ejemplo 4,28 kWh/día):

Mínimo consumo diario (en el ejemplo 0,048 kWh):

3) MIS PRIORIDADES

Los mayores gastos energéticos en el hogar por orden de importancia normalmente son:

  • Climatización (calefacción en invierno y aire acondicionado en verano si tenemos en casa)
  • Agua caliente sanitaria
  • Electrodomésticos (el orden en tu casa debes verlo tú)
  • Nevera y congeladores
  • Lavadora
  • Stand-by
  • Televisión
  • Ordenadores, móviles y dispositivos TIC
  • Lavavajillas
  • Secadora
  • Otros de menor uso y consumo
  • Iluminación

Si te fijas en la unidad de energía que hemos descrito, el kWh, hay dos magnitudes que intervienen: la potencia (kW) y el tiempo (h). En nuestros consumos habrá que valorar no solamente la potencia nominal (viene siempre en el etiquetado de los distintos electrodomésticos), sino el tiempo que mantengamos conectado cada elemento. Por ejemplo la televisión es un aparato que consume muy poco (las nuevas con pantalla fina) pero suele estar conectado muchas horas. O todavía más la nevera, que es el electrodoméstico que más consume porque lo necesitamos en marcha siempre, pese a que pueda tener un consumo muy bajo.

Valora en tu casa qué electrodomésticos son los que más utilizas y diseña tu propio ranking de consumos. Aunque profundizaremos más en el capítulo GASTO POCO, si:

  1. dedicamos una atención especial a las pérdidas de energía de calefacción/aire acondicionado y la gestión de la ventilación de nuestro hogar,
  2. ajustamos con un temporizador los tiempos de uso del calentador de agua si es eléctrico
  3. y reducimos los stand-by.

Respecto de la contratación, si:

  1. ajustamos la potencia contratada a lo que verdaderamente necesitamos,
  2. anulamos los servicios adicionales que aparecen en la factura y no sabemos para qué sirven
  3. y vemos si cumplimos los requisitos para beneficiarnos del bono social

tendremos una buena parte del posible ahorro de la factura controlado.

Actúa siempre sobre tus mayores consumos para obtener mejores resultados.

Deberes de este capítulo:

  • Hoja de datos de mi hogar para guardarla y poder analizar la evolución de mis acciones.
  • Inventario de electrodomésticos y elementos de consumo energético. Contemplar el resto de energías utilizadas en casa como el gas, la biomasa y otras.
  • Piensa y prioriza las acciones que pondrás en práctica de acuerdo a los mayores gastos de energía de tu hogar. Escríbelo todo y guárdalo para próximas ocasiones.

Analizando nuestro contexto energético y averiguando los datos que nos van a permitir conocer el resultado de las acciones que vamos a priorizar de acuerdo a la importancia de cada consumo, hemos dado los primeros pasos para mejorar nuestro uso cotidiano de la energía.

Hasta aquí el primer aprendizaje juntas. Si te ha parecido interesante compártelo con familiares, vecinas y amigos. Además de reducir nuestra factura energética, es importante saber cómo gestionar de forma responsable la energía que nos permite vivir con confort en casa, para cuidar el Planeta que nos acoge con tanto amor y al que debemos tanto.

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