Finanzas Éticas

Estos bancos españoles financian el genocidio

Los bancos Santander y BBVA están entre los 10 principales financiadores europeos de empresas que suministran armas a Israel según un reciente informe. Entre ambos aportan créditos por más de 2.800 millones de euros a industrias armamentísticas. Un artículo de valorsocial.info

27 juny 2024

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Ali Hamad of APAimages, for WAFA (agencia de noticias), vía Wikimedia Commons

Instituciones financieras europeas han prestado o invertido más de 60.000 millones de euros en empresas que venden armas a Israel. Esto es lo que se desprende de un nuevo informe internacional publicado por 19 organizaciones de la sociedad civil. Banco Santander y BBVA figuran entre los diez principales proveedores europeos de crédito a estas compañías, superando entre los dos los 3.300 millones de euros.

La investigación examina las relaciones financieras entre seis de las mayores compañías productoras de armas del mundo (Boeing, General Dynamics, Leonardo, Lockheed Martin, RTX y Rolls-Royce), que suministran armas a Israel, y las instituciones financieras europeas. El informe concluye que estas entidades financiadoras han concedido 36.100 millones de euros en préstamos y suscripciones a las empresas señaladas y poseen 26.000 millones de euros en acciones y bonos de las empresas armamentistas que abastecen al ejército israelí.

Tabla del informe «The companies arming Israel and their financiers», de junio 2024

Préstamos de Santander y BBVA

Con 1.981 millones de euros en préstamos y suscripciones desde 2021, Banco Santander aparece como el séptimo financiador europeo de las empresas armamentísticas que abastecen al ejército israelí. Junto a él, el BBVA también también concedió préstamos a estas compañías por valor de 1.378 millones de euros, desde 2021. El Banco de Santander ya aparecía en el último informe de la coalición Don’t Buy Into Occupation, como entidad financiadora de los asentamientos israelíes.

Las organizaciones autoras del informe invitaron a las instituciones financieras que aparecen reflejadas a responder a las conclusiones. La respuesta de Santander y BBVA aparece publicada en uno de los anexos. El Banco Santander alude a que la entidad «aplica políticas estrictas a la hora de conceder préstamos a empresas o instituciones que operan en sectores sensibles, incluido el de defensa«. Pone como ejemplo su veto a la financiación de «la fabricación, el comercio, la distribución o el mantenimiento de productos o materiales relacionados con armas nucleares, químicas o biológicas, minas antipersona, municiones de racimo o municiones que contengan uranio empobrecido«.

BBVA por su parte alude a su Política General de Sostenibilidad y a sus procesos de debida diligencia, indicando que ambos marcos prevén la «no financiación de operaciones de comercio de armas en países
sancionados con embargos de armas impuestos por las Naciones Unidas, la Unión Europea y los Estados Unidos, o en países de alto riesgo de violación de los derechos humanos«.

Invertir en una empresa conecta al inversor con todas las actividades de la empresa

Para los autores de la investigación, según los estándares internacionales sobre empresas y derechos humanos, las instituciones financieras tienen una clara responsabilidad de garantizar que no invierten en empresas que contribuyen a violaciones de derechos humanos. «No afirmamos que la totalidad de estos flujos de capital se haya destinado a la producción de armas destinadas a Israel. Sin embargo, como las inversiones en una empresa generalmente la apoyan en su totalidad, invertir en una empresa conecta al inversor con todas las actividades de la empresa y, en consecuencia, con todos los efectos adversos de estas actividades«, indica el estudio. «Independientemente de la inversión o la proporción del capital que fluye directamente a la producción de bienes destinados a Israel, las instituciones financieras tienen la clara responsabilidad de utilizar su influencia para influir en los actores implicados en las violaciones para prevenir, mitigar y abordar esos daños«.

El informe expone que, de 2019 a 2023, seis de los mayores productores de armas del mundo -Boeing, General Dynamics, Leonardo, Lockheed Martin, RTX y Rolls-Royce- han vendido armas o sistemas de armas a Israel. Para la investigación, a través de estas ventas, estas empresas corren un alto riesgo de contribuir a graves violaciones del derecho internacional humanitario en Gaza. El banco francés BNP Paribas es, con diferencia, el mayor proveedor de financiación, habiendo proporcionado 5.700 millones de euros en préstamos y suscripciones de préstamos desde 2021. Otros grandes inversores identificados por el informe son los bancos Crédit Agricole , Deutsche Bank , Barclays y UBS, así como el fondo de pensiones del gobierno noruego GFPG y la compañía de seguros Allianz.

En su llamado de febrero de 2024 a un embargo de armas, los expertos de la ONU se refirieron a las obligaciones de los Estados en virtud del Tratado sobre el Comercio Internacional de Armas (TCA), que prohíbe a los estados autorizar transferencias de armas si saben que estas armas se utilizarán para cometer genocidio y crímenes contra la humanidad. o crímenes de guerra. Según el informe, los Estados miembros de la UE están además obligados por la Posición Común de la UE sobre exportaciones de armas, que exige a los estados miembros de la UE «rechazar una licencia de exportación si existe un riesgo manifiesto de que la tecnología o el equipo militar que se exportará se utilice para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario«.  La orden de la Corte Internacional de Justicia del 26 de enero permite establecer la existencia de este “riesgo manifiesto”.

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