Economía Solidaria

Cuando el mercado no funciona, la economía se deconstruye

Parece que empecemos negando la mayor, “El mercado no funciona” y así es. Tenemos la claridad de la incapacidad del mercado para recoger el encuentro entre la demanda y la oferta de los valores no financieros. El valor social y el medioambiental no han entrado nunca en el mercado tal y como hubieran requerido las […]

13 gener 2019
Fuente:Nittúa

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Parece que empecemos negando la mayor, “El mercado no funciona” y así es. Tenemos la claridad de la incapacidad del mercado para recoger el encuentro entre la demanda y la oferta de los valores no financieros. El valor social y el medioambiental no han entrado nunca en el mercado tal y como hubieran requerido las necesidades no cubiertas. Cuando alguno de estos valores ha entrado en mercado es porque se ha reconstruido su naturaleza adaptándola a un mercado financiero y especulativo. Hoy la captura del CO2 tiene un mercado pero no parte del valor de esta captura sino del juego de intereses financieros que están muy lejos del cuidado del planeta. La economía de los cuidados está mayoritariamente fuera de mercado, y como con el CO2, cuando entra lo hace lejos del fundamento de la necesidad que lo provoca. Cuidar a nuestros mayores se vende a tanto la bata y no por un indice de la felicidad de nuestros padres o abuelos.

Cuando tenemos la claridad de que los valores sociales y ambientales no entran en el mercado, de forma mayoritaria, y los valores derivados del conocimiento se van quedando también fuera, no parece ninguna locura preguntarse ¿Qué le pasa a este mercado que no valora que eduque a mis hijos, que una comunidad comparta recursos o cuide la reproducción del sistema?

Que está obsoleto. Y seguramente lo está, aun no siendo yo un defensor de que el mercado lo arregla todo, porque está tan absolutamente intervenido en la defensa de los intereses de unos pocos que es incapaz de reaccionar a los cambios reales que se están dando. La intervención salvaje del mercado deja en manos de quienes lo intervienen el ir girando su funcionamiento para que aporte respuestas viables y sostenibles a la nueva evidencia de la demanda. Lo cierto es que, en el caso de que lo estén intentando no aciertan en la respuesta, o quizá no quieren acertar. Aun teniendo claro que el mercado no es solución para todo, creo que aportaría una solución mucho más acertada que la que están dando los que intervienen el mismo.

El cambio que se está produciendo, y que muchos pocos vamos forzando, tiene que dejar de poner adjetivos a un sustantivo que parece escaparse de todos los cambios. Debemos situar junto a éste otro sustantivo que sea de rango mayor, el origen y destino de las acciones, creando una relación de servicio del primero, la economía, al segundo LA VIDA.

Nos situamos en una ECONOMÍA PARA LA VIDA. Algo que ya conocemos y que se refuerza desde la comprensión de la Deconstrucción de la Economía.


Foto Daniel Svoboda

Raúl Contreras

NITTÚA

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