La ONGD vasca Setem presentó ayer en Bilbo el informe “Finanzas y desigualdades de género”, que confirma que el machismo existe en el sistema financiero, a pesar de que las desigualdades pasen desapercibidas. De hecho, «solamente el 10% de las personas encuestadas cree que los hombres tienen mayor cultura financiera e interés por las finanzas que las mujeres, descartando que hombres y mujeres reciban trato diferenciado».

Sin embargo, tras llevar a cabo el estudio se han dado cuenta de que las entidades financieras ponen más obstáculos a las mujeres que a los hombres cuando desean acceder a algunos tipos de productos financieros como créditos personales, hipotecarios o de negocio.

Un hombre y una mujer se hicieron pasar por clientes que pedían diferentes tipos de créditos. El estudio se llevó a cabo en diferentes entidades de la CAV (Kutxabank, BBVA, Banco Santander Central Hispano, La Caixa, Laboral Kutxa y Banco Sabadell). El resultado revela que el hecho de ser hombre o mujer condiciona la forma en que una persona es atendida. Así, a la mujer se le pidieron más requisitos, como estado civil, vida laboral o si la solicitud iba a involucrar a otras personas.

En la misma línea, las trabas hacia la mujer aumentaron al solicitar un crédito de negocio. En este caso, las entidades que consideraron aceptarlo lo hicieron después de ver los resultados de un plan de viabilidad, mientras que al hombre que se encontraba en la misma situación «la respuesta fue en todos los casos afirmativa», sin tener que realizar un plan de viabilidad. Además, a las mujeres, en la mitad de los casos, les exigieron un avalista, cuando a los hombres fue algo anecdótico.

Ámbito doméstico

Así, queda demostrada que la desconfianza hacia las mujeres es mayor que hacia los hombres, puesto que también hubo diferencias a la hora de ofrecer el crédito; a los hombres les ofrecieron hasta 160.000 euros, mientras que a las mujeres no superaron los 90.000.

Este problema puede verse a diario en el ámbito doméstico. El 57% de las mujeres se encarga de la economía familiar y diaria, pero a medida que los productos financieros ganan complejidad, el papel de estas disminuye. Por ejemplo, el 39,7% de los hombres toman decisiones sobre los planes de pensiones, frente al 22,8% de mujeres.

Desde dentro

La desigualdad se intuye también en las propias entidades financieras, donde, a pesar de que el número de hombres y mujeres trabajadoras es parecido, solo un 30% de las mujeres ocupan puestos de responsabilidad.

Fuente: Gara