Por Charo Rueda “Blog Capeando la crisis”

Banca y ética parecen dos términos muy contradictorios para ir unidos. Sin embargo, han surgido proyectos de cooperativas de crédito cuyos intereses no pueden ser más contrarios a los de los bancos tradicionales.

Hace ya un tiempo que gente cercana me habló de Fiare como una banca ética y cooperativa, que se preocupa de las personas. Según dice su proyecto, Fiare son dos cosas: Una red de personas y de organizaciones que quieren crear alternativas dentro del mercado financiero para construir una economía con otros valores, a servicio de una sociedad más justa. Y es también una empresa que opera en España como agente de Banca Popolare Etica, una cooperativa de crédito italiana.

Como banca ofrece todo tipo de productos y servicios, sin perder sus características de ausencia de lucro, democracia cooperativa y construcción de abajo a arriba. Todo ello sin perder su condición de entidad supervisada, adscrita a un Fondo de Garantía de Depósitos en la Unión Europea.

Lo más importante para ellos es su base social, repartida en distintas asociaciones territoriales que expanden el proyecto de banca ética y organizan las acividades de quienes tienen participación en el capital social.

A 30 de octubre de 2013, el capital social recaudado ascendía a 4.461.389 euros, desembolsado por 4.535 personas físicas y jurídicas. Fiare financia proyectos que tengan un impacto social positivo y concede dos tipos de préstamos: personal e hipotecario.

Consideran el crédito como un derecho humano y sus miembros toman las decisiones sobre el destino de sus ahorros, sobre sus solicitudes de crédito o sus inversiones con responsabilidad, basándose en una información fiable y suficiente.