El actual sistema financiero auspicia la creación de burbujas económicas “rellenas de aire” en las que, en lugar de con bienes tangibles, se comercia con dinero, lo que crea una imagen falseada de la economía y puede desembocar en un estallido que arruine a buena parte de los inversores.

[Agencia EFE] Esta explosión ya ha tenido lugar al principio de la actual crisis económica con las inmobiliarias, pero existen ejemplos anteriores con las empresas de biotecnología y las de telecomunicaciones, ha explicado a Efe el director del Proyecto FIARE (Fondo de Inversión y Ahorro Responsable) de Banca Ética, Peru Sasia.

Sasia participa mañana en las primeras Jornadas en León de Banca Ética, en la que hablará sobre la necesidad de establecer un nuevo modelo de banca en el que el ciudadano pueda participar de unas decisiones financieras neutrales que fomenten proyectos que redunden en el bien social.

El experto ha comparado estas burbujas económicas con el juego de las sillas, pues todo el baile de compras y ventas que se ejecuta dentro ellas desemboca en que, al final, un inversor particular o una empresa se queda sin asiento y pierde todo su dinero.

En este contexto, el dinero circula a una gran velocidad, lo que impide saber a cualquier persona el destino exacto de cada euro que invierte, de tal manera que se pueden dar paradojas como que, por ejemplo, una persona sea despedida por una empresa de la que es accionista, ha apuntado.

Sasia ha incidido en que el sistema financiero es “muy poderoso” y sus efectos son de tal calado que, en caso de quebrar determinadas empresas de gran tamaño que lo forman, se podría producir el colapso de sociedades enteras aquejadas de falta de crédito y empleo.

“Muchas entidades financieras son demasiado grandes para quebrar, son monstruos que no queda más remedio que intentar rescatar con cantidades millonarias de dinero”, ha subrayado.

El experto ha advertido también de los peligros que entrañan algunos componentes del sistema financiero, como las agencias de calificación, encargadas de evaluar la solidez de un Estado o una empresa y que pueden hacer peligrar una economía con una determinada opinión.