Consumo Responsable

Día Mundial sin Compras, reivindicación necesaria

Consejos: escoger el comercio local, priorizar el producto de comercio justo y ecológico y evitar el que no especifique su procedencia El Día Mundial sin Compras es un llamamiento contra el consumismo fechado estratégicamente en el arranque de la época navideña. El reto, pasar esas 24 horas comprando únicamente lo imprescindible o no comprando absolutamente […]

28 novembre 2009
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Consejos: escoger el comercio local, priorizar el producto de comercio justo y ecológico y evitar el que no especifique su procedencia

El Día Mundial sin Compras es un llamamiento contra el consumismo fechado estratégicamente en el arranque de la época navideña. El reto, pasar esas 24 horas comprando únicamente lo imprescindible o no comprando absolutamente nada. Esta acción reivindicativa nace en 1992 en Canadá, se extiende a Estados Unidos y acaba teniendo su réplica en diferentes puntos del mundo, convirtiéndose así en una protesta mundial que reivindica un espacio para la reflexión sobre el modelo consumista que nos ha sumido en una crisis global. Crisis que ha convulsionado a nuestras sociedades del Norte pero que es una normalidad impuesta para las del Sur.

Los más críticos con esta jornada se preguntarán, ¿es suficiente un día sin comprar para afectar al sistema? y sin lugar a dudas la respuesta es no. La pregunta inmediata es, entonces, ¿es necesario? y, absolutamente, la respuesta es sí. Y siguiendo en esta dinámica de la interrogación podríamos añadir ¿es posible? Y tal vez ésta sea la más interesante de las tres. Y dar una respuesta depende aquí de a quién se lo preguntemos. Esto es, qué contestaría una persona en África, y en Latinoamérica, y en Navarra una persona que percibe la renta básica, o una de las muchas que ha sido recientemente despedida o está en situación de ERE. Seguramente dirían, que más que probable, es lo habitual. En cambio, si nos trasladásemos con nuestra duda hasta cualquier centro comercial, con toda seguridad encontraríamos a cientos de compradores a quienes la evidencia del carrito lleno les obligaría a contestar, no, no es posible. La imposibilidad sistemática de acceder a los bienes de los primeros es uno de los argumentos que justifican las reivindicaciones de este tipo. Es importante hacer una pausa y pensar si realmente las necesidades que diariamente nos crean con sofisticada habilidad los mensajes publicitarios pueden ser satisfechas por todos. Y aquí la realidad se impone, dado que en el último año ha aumentado el número de personas que no puede siquiera cubrir las necesidades básicas, aquí y ahora, en nuestra comunidad.

Llamar a la participación en un Día sin Compras y sumar esfuerzos en torno a un día simbólico es un intento de sosegar los ritmos frenéticos a los que nos invita la imparable rueda del consumo. Es encender una alerta que ponga el foco de atención en cómo y cuánto consumimos, y en cómo esto afecta inevitablemente a personas que habitan en otra punta del planeta. Y puede ser un punto de inflexión antes de entrar en un período especialmente propicio para las compras como lo es la Navidad. Una oportunidad para quien se anime a conocer otras formas de consumo, para quien quiera que el suyo sea un consumo responsable.

Si la gran multinacional y el gran comercio intensifican sus mensajes en estas fechas, por qué no habríamos de hacerlo las organizaciones y los movimientos que durante todo el año trabajamos por la promoción de unas relaciones comerciales más justas, por el respeto a los derechos laborales de los y las trabajadoras, contra la explotación infantil, por la preservación del medio ambiente, por el derecho de los pueblos productores de alimentos a no pasar hambre y un largo etc. de temas, que son efecto directo del gran mercado que hoy es el mundo. Tal vez nuestros medios y nuestras tribunas no son tantas, ni tan grandes, pero en algo sí coincidimos con las grandes empresas, también sabemos que tu decisión es importante. Por eso nuestro mensaje es claro: decides con tu compra. Te proponemos que te decidas por lo ético, lo social, lo ecológico. Por un modelo respetuoso con las personas y con el medio ambiente, un modelo que en lo teórico compartimos y que en lo práctico podemos crear cada día al llenar nuestra cesta de la compra.

En este día te invitamos a participar con una acción de no compra y el resto del año te invitamos a hacerlo incorporando en tus hábitos de compra criterios como: escoger el comercio local, priorizar el producto producido en tu entorno próximo, el producto de comercio justo, el producto ecológico; evitar la compra de aquellos productos que no especifiquen claramente su procedencia. Son ya muchas las causas justas que se visibilizan con la celebración de un día mundial al efecto, y que se han ido incluyendo en las agendas públicas (políticas, de los medios…) y cada vez más, en las de la ciudadanía de a pie. Son causas que necesitan un altavoz, aunque sea puntualmente y en forma de jornada. Hoy, desde este altavoz del Día Mundial Sin Compras, suena la palabra SIN y como eco, que resuene los 364 días restantes, consume con responsabilidad.

Firman el artículo: Asier Azpilicueta (Ekologistak Martxan), Enero Palomo (OCSI Navarra), Jose Luis Mariñelarena (Setem Navarra) e Isabel Díaz Marín (REAS)

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