Economía Solidaria

Más lejos, más cerca

Nunca hemos dejado de cabalgar crisis consecutivas y simultáneas, buscando las alternativas más solidarias, a menudo poco transitadas, y saliéndonos siempre cooperativamente. Editorial del boletín de coop57 correspondiente al segundo semestre de 2023 recuperado por El Salto

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Fuente: El Salto / B.C, a partir de foto de Miguel Á. Padriñán

Es demasiado evidente que el siglo XXI pondrá a prueba nuestra humanidad, frente a una brutalidad ya sistémica y estructural, agravada por crisis multidimensionales que reclaman abordar los enormes retos que afronta el planeta. Esta perspectiva nos recuerda que, para nosotros, todos los días, desde 1995, es una prueba más. El próximo 2025 Coop57 cumplirá 30 años. Tres décadas donde siempre hemos respondido a las necesidades, las urgencias y las dificultades de cada momento. Podríamos decir que nunca hemos dejado de cabalgar crisis consecutivas y simultáneas, buscando las alternativas más solidarias, a menudo poco transitadas, y saliéndonos siempre cooperativamente. Empezamos en el lejano 1995 con 2 préstamos por valor de 5 millones de pesetas; y ya llevamos 4.248 por un volumen global de 209 millones de euros.

Esta es la buena nueva, a pesar de los pesares. Fue así desde los inicios –en la resaca dura de la desindustrialización de los años 80–; en los años 90, cuando la precariedad se convirtió en nueva cotidianidad y el acceso al crédito era una carrera de obstáculos para la economía social; o en 2003, ante la criminal guerra de Irak. También en 2008, frente a la crisis desatada por la orgía financiera y los miles de desahucios que aún no han terminado; en el 2020, en medio de una pandemia global; o ahora mismo ante la guerra en Ucrania y bajo el genocidio en Gaza, en medio del ciclo inflacionario que nos asedia. A cada crisis, hemos construido mayor solidaridad, más democracia y más apoyo mutuo. Y nos hemos salido siempre yendo más allá de cada infamia, abriendo puertas cerradas y abordando nuevas emergencias.

Por eso hoy la trama de la economía solidaria, fruto de un esfuerzo colectivo que viene de lejos y empezó hace mucho –y que la dictadura, en balde, intentó arrancar de cuajo, está más arraigada que nunca, opera como espejo democrático de futuro, construye un modelo de referencia y está en disposición de afrontar nuevos compromisos enormes. Ya lo estamos haciendo: sin finanzas éticas cooperativas no habría cooperativismo de vivienda en cesión de uso, ni comunidades energéticas de propiedad democrática cooperativa, ni resistencia financiera a los golpes de la pandemia y la guerra, ni proyectos sociales transformadores, imprescindibles e impresionantes, en todo el territorio, en cada municipio, en cada barrio. Lo seguiremos haciendo: pronto pondremos en marcha nuevas apuestas estratégicas –más lejos, siempre mucho más lejos– para garantizar que Coop57, como agente activo del cambio social, sigue siendo un motor financiero, cada vez más potente y arraigado, al servicio de la construcción de una economía para la vida. Nuestro despliegue –siempre sostenido, sostenible y en red– es una experiencia exitosa porque siempre ha tocado el nervio de lo que urgía y porque siempre ha buscado salidas colectivas que respondían al hoy pensando ya en el mañana.

Mientras tanto es bien sabido que el año pasado la gran banca obtuvo unos beneficios netos, históricos y vergonzosos, de 26.000 millones de euros –y las energéticas, de 6.000. Entre lo poco –lo mucho– que podemos deciros es que, con toda seguridad, vosotros sí podéis afirmar –hoy, ahora, aquí y ante los que violentan el mundo– que todo esto no se hace ni en nuestro nombre ni con nuestro dinero. Nos ahorramos esa desvergüenza. A los beneficios financieros caídos del cielo, responderemos con las esperanzas cooperativas a ras de suelo. Pronto cumpliremos treinta años, sí –y pronto está dicho–. Desde entonces, Coop57 ya son muchas cosas a la vez: cada uno de vosotros, una herramienta financiera cooperativa, una institución de lo común, un ecosistema solidario en red y parte de un movimiento social transformador mucho mayor. Somos la esperanza contrafáctica, humanista y real, operativa y sostenible, que hemos sabido habilitar entre todas y todos. Porque para ir lejos sólo hace falta, a menudo, ir cada vez más cerca. Gracias siempre.


Este artículo se publicó originariamente como la editorial del Boletín Informativo N.º 45 del Coop57, segundo semestre de 2023.

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